A finales de 2017  Laura Escuela me dijo algo así como: ”Hagamos algo juntas para bebés, algo que dé cabida a todas esas familias que se quedan fuera de las inscripciones”. Me pareció buena idea y diseñamos “Las Estaciones”, una propuesta escénica compuesta por cuatro mini espectáculos de cuentos, poesía y música en directo, cada uno de ellos dedicado a una estación del año. Presentamos la propuesta a la Fundación Cajacanarias, que la acogió con entusiasmo, y nos pusimos a trabajar.

Lo que al principio planteamos como algo sencillo comenzó a complicarse en la fase de creación de cada uno de estos pequeños espectáculos, había mucho que decir y mucho que mostrar en poco tiempo. Ya saben ustedes de mi gusto por los objetos y  la escena  permitía un sinfín de recursos nuevos que poner al servicio de la belleza: iluminación, escenografía, atrezo, vestuario… El resultado de un trabajo laborioso, afrontado con mimo y amor, dio a luz a “Primavera”, la primera de las cuatro propuestas escénicas planteadas para familias con bebés, que se estrenó hace casi un año en el Espacio Cultural de la Fundación Cajacanarias de Santa Cruz. Aquel día del mes de abril de 2018, 50 bebés, entre 6 y 36 meses, con dos acompañantes, disfrutaron de un día primaveral: la lluvia, el arco-iris, los pájaros y las flores fueron protagonistas aquella tarde. El público, compuesto por 150 asistentes,  quedó encantado, y calificaron la propuesta de “dinámica y estimulante”.

Dado el éxito de “Primavera” decidimos afrontar el resto de espectáculos siguiendo el mismo esquema: combinación de cuentos, canciones y uso de diversos instrumentos, movimientos escénicos al son de las composiciones Vivaldi y poemas;  con   una puesta en escena sencilla, aunque evocadora, cuidando los detalles y su presentación.

Estrenamos “Verano” en junio de 2018 subiendo la apuesta: se dio cabida en el auditorio a 80 bebés, entre 6 y 36 meses,  más sus dos acompañantes. De esta forma 240 personas fueron partícipes de un día de playa en que jugamos con la arena, con la pelota, nos sumergimos en el mar y descubrimos seres de sus profundidades. En este espectáculo la dramaturgia fue más compleja e indagamos en los recursos que nos ayudaran a renovar la motivación de manera sorprendente, algo fundamental para estas edades. Así que hicimos uso de proyecciones, luz negra, pompas de jabón y manipulación de diversos objetos de gran tamaño que consiguieron la atención plena de los asistentes más pequeños y el “oh” de los mayores.

El público alababa el trabajo y pedía más, así que sin prisa pero sin pausa trabajamos en “Otoño”. Tras escuchar las demandas de las familias, y valorar la experiencia de los dos espectáculos anteriores, decidimos modificar la edad para participar en los mismos; la franja se modificó a niños/as entre 1 y 4 años. El espectáculo de esta nueva estación se estrenó en noviembre de 2018. Los asistentes aumentaron, esta vez 300 personas (100 niños/as con dos acompañantes) que ocuparon gran parte del patio de butacas, y fueron recibidos con una escena repleta de hojas secas que había que recoger.  Y los 30 minutos diseñados para contar “Otoño” transcurrieron limpiando el jardín, entre versos, historias y cuentos musicales, que hicieron protagonistas a los objetos creados desde elementos cotidianos; como un caracol que quería saber por dónde sale el sol y una mariposa que se convirtió en hoja.

Para finalizar la propuesta “Las Estaciones”, con el son natural marcado por el calendario, llegó el cuarto mini espectáculo.  En enero de 2019 cerramos el ciclo con “Invierno”. Con el frío la ciudad se viste de blanco y ,como dice el poeta Carlos Reviejo cuyos versos utilizamos para la canción de comienzo y cierre, “la ciudad parece un pastel de nata”. 360 personas (120 niños y niñas con sus dos acompañantes) completaron el aforo del Espacio Cultural de la Fundación Cajacanarias y se dejaron llevar a la intimidad del hogar, para ser envueltos por un clima rebosante de ternura, para cantar nanas contemplando la luna y las estrellas, para contar ovejas en lo que llega el sueño. En esta ocasión el trabajo creativo se dirigió a la profundización en las técnicas que nos ayudaran a estimular a los bebés a través de los sentidos: jugamos con  luces, con sombras, con reflejos a través de una luna de espejo, con proyecciones en movimiento, con texturas,  y con objetos deliciosos (reconozco que las nubes que se convierten en ovejas,  las ovejas que se convierten en nubes,  han sido una de las creaciones que he afrontado con más gozo y orgullo).

Los primeros años de vida de una persona son absolutamente esenciales para su desarrollo, tanto intelectual como físico, así como a nivel afectivo y social. El Arte y la Cultura son fuentes indispensables de estímulos para que  los niños y niñas comiencen a despertar los sentidos, a desplegar la imaginación, a desarrollar el lenguaje, a establecer nexos afectivos con su familia y a convivir en sociedad. Todo esto lo hemos comprobado en la práctica. “Las Estaciones” han sido una buena muestra de ello y lo sabemos porque las plazas se agotaban al instante, 120 plazas cubiertas en apenas una hora nos confirman que no estamos equivocadas. Nos sentimos profundamente agradecidas con la Fundación Cajacanarias, con los profesionales que lo han hecho posible como nuestro técnico Aarón Ramos, con nuestras familias por el apoyo, con ustedes por su fe y presencia.

Hoy el ciclo comienza de nuevo con la segunda temporada de “Las Estaciones” en el Espacio Cultural de Cajacanarias en Santa Cruz. A las 17:30 recibiremos a 360 personas con el espectáculo “Primavera” para llenar la escena y los corazones “con miles de colores” como dice su canción.