Abrir los ojos al mundo que nos rodea.
Uno de mis espectáculos favoritos de Bebecuentos es el titulado “Blanco y negro”. La utilización de material blanco y negro es de gran utilidad en el primer año de vida del bebé, en el que su cerebro aún está realizando conexiones y desarrollándose, especialmente en el campo visual. Los contrastes son una buena forma de estimulación visual temprana y ayudan al bebé en su desarrollo ocular, en la percepción del espacio y del resto de colores. Hay estudios muy interesantes al respecto de los investigadores Robert Fantz y Alan Slater.
Aunque sin duda, siempre, mi estudio más interesante lo hago en casa, observando a a mi hijo Noah. Con poco más de un año le regalaron un libro para colorear de Dora Exploradora, y el pobre, se hacía un lío. No lograba descifrar la figura de su personaje preferido en aquel entramado de líneas negras sobre fondo blanco. Fue entonces cuando entendí realmente lo que había leído sobre los contrastes y me puse manos a la obra.
¿Blanco o negro? Es la pregunta que guía el Bebecuentos y cuya respuesta llevará a los bebés y a sus familias a conocer animales, a experimentar texturas, luces y sombras, y para terminar irán de paseo, a un lugar muy especial, donde las flores darán paso a un mundo lleno de colores y sonidos.
“Blanco y Negro” propone como punto de partida y de retorno el color, y entre punto y punto, la experimentación con el negro, el blanco y ambos en convivencia, a través de juegos, historias y canciones. Este espectáculo es ideal para empezar a abrir los ojos al mundo que nos rodea.
Dentro del repertorio juego con un poema titulado “Por culpa de tiempo” que pertenece al libro “Versos de Colores”, una bella publicación de la editorial SM. En ella mi adorado Carlos Reviejo dedica versos a los colores y a su relación con el mundo, en perfecta comunión con las evocadoras ilustraciones de Xavier Salomó. Los protagonistas son una sombrilla rosa y un paraguas negro, aunque, para adaptarlo al espectáculo, cambié de color la sombrilla que pasó a ser blanca.
Dibujando los versos, seguí profundizando en el trabajo de los contrastes, de una forma divertida, fácil de repetir en casa. Para muestra un botón, ¿se animan?
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