Taller de estimulación temprana a través de los libros y el juego sensorial

El pasado mes de julio llevé a cabo un proyecto hermoso que daba vueltas en mi mente desde hacía tiempo.

Las sesiones de cuentos para bebés tienen naturaleza directiva y,  para su buen desarrollo, han de ejecutarse a buen ritmo, renovando estímulos constantemente para mantener la atención, sin espacio para profundizar y dilatar los tiempos.  Así que observando las ganas de más de bebés y familias después de los Bebecuentos, su demanda y su éxito, comencé a investigar en actividades sensoriales (en la línea Montessori) con la idea de diseñar una nueva propuesta de ocio cultural para los más pequeños, en la que se creara un espacio más libre y personal para jugar.  Fui rescatando material y estudios de aquí y de allí que, mezclados con la intuición, tuvieron un buen resultado en los primeros experimentos con mi bebé en casa: jugar con harina como si fuera arena de playa, hacer pintura con yogur, recrear un estanque con patos en la bañera… Ya había recorrido camino cuando mi querida “Susi”, bibliotecaria de la Biblioteca Pública del Estado de Santa Cruz de Tenerife,  me preguntó: ¿qué me propones para el verano? Y sin lugar a dudas respondí: 4 Estaciones.

4 Estaciones es un taller destinado a familias con bebés en edades comprendidas entre los 3 y los 36 meses, basado en juegos sensoriales y creativos,  en el que los libros son el punto de partida para adentrarnos en un mundo de sentidos, de vivencias y sensaciones que compartir.  Los periodos estacionales: Otoño, Invierno, Primera y Verano, son el hilo conductor entre las diferentes experiencias. Cada estación, con sus propias características, tiene asignado un espacio físico temático, con un conjunto de libros, de juegos y objetos relacionados con la experimentación de los sentidos (vista, olfato, oído, gusto y tacto) y actividades artísticas (de carácter manual) que compartir en familia.

En la primera infancia la experiencia directa es fuente de conocimiento donde “probar” ayuda al niño a construir una imagen de sí mismo, de los demás y del mundo que le rodea. Este taller de estimulación temprana propone la vivencia como base del desarrollo integral del niño, poniendo en valor actividades como la lectura compartida, los juegos libres, sensoriales y creativos en un espacio de convivencia social y cultural.

¡Estoy deseando repetir! Aquí una pequeña muestra y mi homenaje a las familias con las que pude disfrutar de una fascinante experiencia.