Una experiencia lúdica y para los sentidos.

Hay infinitas formas de contar cuentos, sólo es cuestión de dar rienda suelta a nuestra creatividad y permitir que suceda la magia.

A mí me gusta contar con objetos y elementos dinámicos que permitan seguir la historia, a la vez que se propone un juego escénico. En este sentido he investigado, en diferentes propuestas y quisiera compartir con ustedes algunas de mis prácticas al respecto.

Cuento con dado

Para hacer del cuento un dado me inspiré en una historia sencilla de un animalillo que busca la forma de “media luna” y para hallarla pide ayuda a diferentes amigos. Ninguno de ellos sabe dónde está la media luna, pero siempre le muestran otra forma geométrica en un objeto cotidiano: el cuadrado en las ventanas de una casa,  el triángulo en la vela de un velero, etc. Finalmente logra encontrar la “media luna” en el cielo de la noche. (No lo reseño porque es un pequeño libro de cartoné y texturas descatalogado, que formaba parte del fondo de una Biblioteca Pública, pero que ya no está disponible por estar en mal estado). Cada cara del dado corresponde a una página del libro que recreé a partir de sus ilustraciones.

Este formato me encanta. Permite contar a la vez que se juega a lanzar el dado, compartiéndolo a modo de pelota.  El protagonista, una mariquita, es un elemento dinámico, que va pasando por los diferentes escenarios del cuento (caras del dado) a través de un sistema de velcros. De esta forma, emprendemos el viaje con él, en busca de la “media luna”.

Los materiales que utilicé para realizarlo fueron: un dado de corcho blanco y goma eva rugosa de diferentes colores, que recorté y pegué para formar los paisajes.

Cuento con delantal

Partiendo del libro “El caracol lento”, de Ana y Andrés Herrero, publicado por Anaya, creé un delantal del cuento. A medida que narro la historia, haciendo uso del libro como objeto, voy pegando con velcro en el delantal a los diferentes personajes de la historia, a modo de puzzle que componer. El protagonista, el caracol, parece que nunca llega, de lo lento que es, hasta que aparece finalmente en la contraportada del libro. Jugando con este concepto, el caracol aparece en la espalda del delantal.

El delantal está elaborado con tela y los personajes que se pegan, con fieltrina de diferentes colores.

Cuento vertical

La pizarra es un buen soporte para el cuento vertical. Siguiendo esta técnica tomé el libro “Frutas y colores”, de la editorial Susaeta, e inventé un pequeño poema que me acompaña para completar la cara de un niño, que previamente he dibujado con rotulador,  con imanes de fruta:

“… Las frutas naranjas

son la mar de majas.

La naranja,

de la granja

y ,el melocotón,

que no es del montón…”

Este formato para contar cuentos, como el anterior del delantal, no sólo sirven durante el transcurso de la historia, sino después como elemento de juego aislado, con acciones como pegar y despegar o completar.

Cuento dibujado

Una forma divertida de contar, y que les llama mucho la atención a nuestros niños y niñas, consiste en dibujar la historia a medida que la contamos. Podemos usar diferentes materiales: folios o cartulinas, rotuladores, ceras, etc. Yo utilicé pizarra negra para dibujar un poema del libro “Versos de colores” de Carlos Reviejo y Xavier Salomó, editado por SM, titulado “Por culpa del tiempo”, del cual compartí vídeo, BLANCO Y NEGRO. Este poema narra la “desafortunada”  historia de amor de un paraguas y una sombrilla.

Cuento con guante

Los guantes son mi objeto estrella, los uso mucho y de diferentes formas. En esta ocasión quiero compartir su uso como acompañamiento del libro “Regalos” de Estrella Ortiz y Carles Ballesteros de Ediciones la Fragatina. Sobre cada dedo de un guante de lana, elabore con materiales como la fietrina y la lana, cada personaje de la familia que en el libro se presenta: mamá, papá, abuelo, abuela, hermana, pudiendo desprenderse del uso de este guante, juegos de manos y cosquillas, como propone el poema. Otros cuentos con guante: “Doña Mariquita”Mi cocodrilitoLOS POLLITOS DICEN.

Cuento con mesa de luz

Para contar la historia de “El peix peixet” de Guido Van Genechten, editada por Simbol,  hice uso de una caja de luz, pequeña y transportable, construida sobre la base de una caja de vino,  con led de colores con mando que compré en IKEA. La idea  la tome de El rincón de Mussi: Peix Peixet para la mesa de luz.

El libro, en catalán, narra la historia de un pequeño pez que al salir del huevo no encuentra a su mamá, así que va preguntando a los animales del fondo marino que encuentra a su nado, si son su mamá, hasta que finalmente la encuentra. Para hacer los personajes use plástico de colores, propio de los separadores de archivador, copiando las propuestas del libro. Para simular el fondo del mar utilicé adornos para cristal, que se venden a modo de pegatinas “gelatinosas”.

Cuento con sombrero

Es otro de los elementos que me gusta usar para dinamizar historias. El primero que elaboré es una tortuga, sobre sombrero de paja y con añadidos de goma eva para las extremidades, cabeza y cola del animal. Me lo pongo para acompañar un poema titulado “La Tortuga pocaprisa” de la escritora costarricense Floria Jiménez. A la par que recito el poema, marco distintos ritmos con los pies siguiendo el son de un tambor que percuto, mientras balanceo el cuerpo de izquierda a derecha, con lo que se crea la ilusión de que la tortuga, de mi cabeza, camina.

Cuento con maleta

Esta es una de mis últimas creaciones y estoy como una niña con zapatos nuevos. Siguiendo la propuesta de crear un pequeño universo dentro de una caja o maleta, inspirado en una lectura, he elaborado ”mi maleta roja”, que recrea el libro “Soy un Conejo”, ilustrado por Richard Scarry y escrito por Ole Risom. El  libro, editado por Lata de Sal, guarda unas ilustraciones “vintage”, muy coloristas y tiernas, que cuentan la historia de un conejito y su día a día a través de las estaciones. Éstas imágenes están acompañadas con un texto sencillo, que nos habla de las aventuras del conejo protagonista a través de las estaciones  en versión bilingüe.

En el interior de la maleta de cartón, he construido con goma eva, un paisaje base al que he añadido  elementos de la estación elegida, en este caso el Otoño. Digo base, porque estos elementos de otoño pueden ser sustituidos según la estación. Por ejemplo, en el cielo luce una nube que puede ser intercambiada por un sol de verano, o las hojas del árbol, de tonos anaranjados, que en primavera pueden intercambiarse por hojas verdes, ya que se fijan con velcro. Además, he añadido un pequeño saco con elementos para habitar este paisaje en relación con el cuento: un conejito de juguete, una seta de metal, una rana de plástico, etc. Es una forma diferente de jugar a “las casitas”.

Espero que se animen a sacar la historia del libro, a través de alguna de estas técnicas y fórmulas propuestas, y convertirla en algo palpable, para vivenciar en familia.